Domingo, 02 de Junio de 2013
Cd. y Región • 2 Junio 2013 - 5:57pm — Carmen Aggi Cabrera
Esta tarde, personal de la Secretaría General del Gobierno del
Estado, junto con el presidente municipal, abrieron el paso hasta quitar
los restos de la caseta.
Costalegre • Después de dos años y nueve meses
de estar “secuestrada” por la empresa inmobiliaria Rodenas, al medio día
de este domingo Tenacatita volvió a ser libre.
El reloj marcaba las 12:00 horas cuando al poblado de El Rebalse, que da acceso al mar, arribaron seis patrullas de la policía estatal, entraron lentos y una tras otra, en caravana.
No se detuvieron hasta llegar al lugar en que estaba colocada la caseta de vigilancia.
Minutos después dos patrullas más entraron en apoyo a sus homólogos e iniciaron a derribar la caseta que permaneció ahí durante casi tres años custodiada por policías estatales y canes entrenados.
También arribaron vehículos particulares con funcionarios de alto nivel del gobierno del estado acompañados de los uniformados.
Los pobladores de El Rebalse al ver la presencia de los estatales que hace casi tres años los despojó de sus propiedades, hoteles, casas y restaurantes, miraban atónitos la forma en la que esos uniformados estatales echaban abajo la caseta que impedía el acceso a una de las playas más ricas en vegetación y belleza natural de la costa de Jalisco.
Salvador Magaña, regidor de La Huerta por Movimiento Ciudadano, líder social en la región y quien estuvo en contacto permanente con afectados desde el mes de octubre del 2010, dijo que además de los estatales “iba gente de la Secretaría General del Gobierno del Estado, el presidente municipal y abrieron el paso hasta quitar los restos de la caseta”.
Los pescadores de El Rebalse aseguran que “el gobernador dio la orden de abrir la playa, en la vez que estuvo en La Huerta (26 mayo) le exigimos que cumpliera su palabra porque él nos prometió en campaña que nos iba a reabrir Tenacatita, ahí nos dijo que tuviéramos paciencia y que nos iba a ayudar, después nos juntamos con los del gobierno del estado y hoy vinieron para abrir. No lo creíamos pero es cierto, la playa es libre como antes”, dijo Carlos, un pescador que fue desalojado.
Los pescadores viven hoy el júbilo por ver la carretera libre de vigilancia, “porque ya podemos entrar sin que nos estén revisando o nos digan, tú no puedes pasar, o que te pongan perros para que te sigan”, dijo el pescador.
Después que los estatales quitaron la caseta, los pobladores se dirigieron a pie en la carretera hacia la playa, entraron y caminaron por los lugares que estaban “secuestrados”, también vieron las ruinas de lo que fueron sus negocios, sus casas.
El reloj marcaba las 12:00 horas cuando al poblado de El Rebalse, que da acceso al mar, arribaron seis patrullas de la policía estatal, entraron lentos y una tras otra, en caravana.
No se detuvieron hasta llegar al lugar en que estaba colocada la caseta de vigilancia.
Minutos después dos patrullas más entraron en apoyo a sus homólogos e iniciaron a derribar la caseta que permaneció ahí durante casi tres años custodiada por policías estatales y canes entrenados.
También arribaron vehículos particulares con funcionarios de alto nivel del gobierno del estado acompañados de los uniformados.
Los pobladores de El Rebalse al ver la presencia de los estatales que hace casi tres años los despojó de sus propiedades, hoteles, casas y restaurantes, miraban atónitos la forma en la que esos uniformados estatales echaban abajo la caseta que impedía el acceso a una de las playas más ricas en vegetación y belleza natural de la costa de Jalisco.
Salvador Magaña, regidor de La Huerta por Movimiento Ciudadano, líder social en la región y quien estuvo en contacto permanente con afectados desde el mes de octubre del 2010, dijo que además de los estatales “iba gente de la Secretaría General del Gobierno del Estado, el presidente municipal y abrieron el paso hasta quitar los restos de la caseta”.
Los pescadores de El Rebalse aseguran que “el gobernador dio la orden de abrir la playa, en la vez que estuvo en La Huerta (26 mayo) le exigimos que cumpliera su palabra porque él nos prometió en campaña que nos iba a reabrir Tenacatita, ahí nos dijo que tuviéramos paciencia y que nos iba a ayudar, después nos juntamos con los del gobierno del estado y hoy vinieron para abrir. No lo creíamos pero es cierto, la playa es libre como antes”, dijo Carlos, un pescador que fue desalojado.
Los pescadores viven hoy el júbilo por ver la carretera libre de vigilancia, “porque ya podemos entrar sin que nos estén revisando o nos digan, tú no puedes pasar, o que te pongan perros para que te sigan”, dijo el pescador.
Después que los estatales quitaron la caseta, los pobladores se dirigieron a pie en la carretera hacia la playa, entraron y caminaron por los lugares que estaban “secuestrados”, también vieron las ruinas de lo que fueron sus negocios, sus casas.
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